Receta de pan casero

Con esta receta de pan casero puedes regular la cantidad de ingredientes que deseas utilizar, al igual que el tipo de cereales empleados en su elaboración; a su vez obtendrás un producto duradero que puedes congelar y disfrutar en cualquier momento, sano, nutritivo y fresco.

Motivos para incluir el pan casero en tu dieta

Muchas personas padecen intolerancia al gluten o simplemente tienen problemas de salud que les impiden consumir ciertos ingredientes; por lo que deben realizar su propio pan para adaptarlo a sus necesidades nutricionales, sin dejar de disfrutar de este rico alimento.

Si, por ejemplo, eres una persona diabética te interesará emplear harinas integrales que no alteren la glucosa en sangre, siendo una buena alternativa usar la de centeno que te será más tolerable.

Por otro lado, el pan casero tiene menos sodio, debido a que puedes controlar adecuadamente la sal que le añades y de esta forma seguir una dieta o evitar problemas de hipertensión arterial a causa de sobrecargas en tus riñones o problemas gástricos asociados con este componente.

Receta de pan casero

Si eres novato en la cocina y especialmente en la preparación de pan, te ofrecemos una receta sencilla que puedes realizar con pocos ingredientes; la cual te aportará solo 276 calorías por cada 100 gramos y cuyo costo no excede los 0.15 euros por persona.

Hacer pan casero si eres novato en la cocina puede parecerte todo un reto, pero en realidad aprenderás sobre la práctica. Solo debes seguir las indicaciones paso a paso y verás cómo rápidamente estarás disfrutando de este delicioso aperitivo.

Los puntos más delicados en este proceso son los tiempos de amasado, la fermentación y levado de la masa, al igual que la temperatura a la cual debes colocar el horno.

Comienza realizando esta receta y posteriormente podrás realizar otras complicadas y exigentes; reúne todo lo necesario y manos a la obra.

Ingredientes

  • 310 g. harina de fuerza W220, harina 000 o harina de trigo
  • 175 g. agua tibia
  • 20 g. aceite de oliva virgen extra suave
  • 15 g. levadura fresca de panadería o 5,5 g. de levadura seca de panadero
  • 8 g. de sal

Recuerda que puedes sustituir la harina por cualquier otra que te resulte adecuada en función de tu salud y colocar menos cantidad de sal, si lo prefieres.

Preparación

Toma un bol e incorpora en él la harina, realizando un hueco en su centro; añade mitad del agua, sal y aceite. Comienza a integrar estos ingredientes con una cuchara de madera, luego diluye la levadura con el resto del agua e incorpórala a la masa.

Procede a realizar el amasado con la mano sobre una superficie de trabajo durante aproximadamente 12 minutos; déjala reposar hasta que duplique su tamaño. Luego elige la bandeja en la cual hornearás tu pan y la espolvoreas con harina o colocas una hoja de papel parafinado.

Coloca la bola de masa completa o en porciones pequeñas según tu gusto y píntala con un poco de aceite de oliva extra virgen por encima, además de realizarle unos cortes en la superficie y rociarle un poco de harina.

Enciende el horno a 220°C, preferiblemente con calor arriba y abajo; una vez precalentado incorporas la bandeja con el pan en él por aproximadamente unos 40 minutos, revisando de vez en cuando el progreso de su cocción y crecimiento.

Si requieres comprobar que se encuentre listo para sacarlo, fíjate por un lado si está dorado y además con un palito de altura, pínchalo para verificar que no tenga masa cruda o pegajosa.

Otra alternativa es voltearlo sobre la bandeja en el horno y darle golpecitos por debajo para apreciar el ruido emitido, si es similar al de un tambor, significa que tu pan está cocido y puedes retirarlo con confianza; pero si su ruido es suave; con toda seguridad el pan necesita algunos minutos más de cocción.